Durante la puesta en marcha de la granalladora 1-10DS y el aspirador DC655 de Husqvarna, nuestros técnicos realizaron una demostración completa de granallado para uno de nuestros principales clientes. Este tipo de intervenciones no solo garantizan que el equipo funcione correctamente, sino que permiten resolver dudas técnicas clave sobre su uso, mantenimiento y seguridad.
Uno de los aspectos más comentados fue la evaluación previa de la superficie. Antes de iniciar cualquier trabajo de granallado, es imprescindible inspeccionar el tipo y el estado del hormigón. La superficie debe estar firme y libre de obstáculos como anclajes metálicos, varillas expuestas o juntas elevadas, que podrían dañar la maquinaria o interferir con el proceso. Esta evaluación inicial mejora tanto la calidad del resultado como la seguridad del operario.
También se abordó la importancia de la revisión técnica del equipo antes de cada uso. Componentes como la turbina, las ruedas y la cámara de trabajo deben encontrarse en buen estado para asegurar un rendimiento óptimo y prolongar la vida útil de la máquina.
Respecto a la ejecución del granallado, nuestros técnicos explicaron que es esencial adaptar la velocidad de desplazamiento y el caudal de granalla a las condiciones específicas de la superficie. Realizar pruebas previas ayuda a definir el perfil de rugosidad deseado. Mantener un ritmo constante permite obtener una textura homogénea y evitar marcas irregulares.
Durante la sesión también se explicó el mantenimiento diario y periódico del equipo. Las tareas básicas incluyen la limpieza del depósito de polvo, la revisión de la turbina, los filtros, las ruedas y el tamiz separador. Estos cuidados son fundamentales para mantener la eficacia de la granalladora a lo largo del tiempo.
Una pregunta frecuente fue cómo identificar si una superficie ha sido tratada correctamente. El resultado ideal debe ser visual y táctilmente uniforme, sin zonas brillantes ni restos de polvo. La superficie debe quedar limpia, seca y con una rugosidad adecuada para la aplicación de recubrimientos, selladores o sistemas de reparación.
Finalmente, se abordó la formación del personal operario. Aunque no siempre se requiere una certificación oficial, desde RD LUNA consideramos esencial que los operarios reciban formación técnica específica. Esta formación no solo incluye el uso básico del equipo, sino también prácticas de seguridad, mantenimiento y resolución de incidencias comunes.
En resumen, la puesta en marcha de maquinaria que realizamos en RD LUNA no se limita a comprobar el funcionamiento del equipo, sino que busca ofrecer un valor añadido mediante la formación, el acompañamiento y la concienciación sobre el uso eficiente y seguro de nuestras soluciones.